Día 4 (Más negro que el sobaco de un grillo)

**PINCHAD EN TODOS LOS ENLACES, SÉ QUE ALGUNOS NO LO HACÉIS POR PEREZA, PERO OS DIVERTIRÉIS MÁS LEYENDO**

Llueve sobre mojado.
Lleva toda la noche lloviendo sin parar. Y no parece que vaya a ir mejor la cosa... Nos despertamos cuando faltan diez para las 8. Hoy tenemos que ir al otro hotel que tenemos en Bergen. Extraño, ¿verdad? Pues resulta que en el otro hotel se quedaron sin sitio, así que tenemos dos hoteles en una misma ciudad... Salimos del hotel y descubrimos para nuestra sorpresa que ha dejado de llover. "Será cosa de un momento", pensamos nosotros. Vamos al sitio donde compramos los bollos de ayer, que estaban muy ricos. Entramos en la panadería y no tienen nada, lo están cociendo todo aún, así que pedimos un par de bollos de los que había y unos cafeses y a la calle, que no llueve.

Buscamos en el mapa el hotel nuevo y nos ponemos en marcha. Llegamos al lugar tras unos 10 minutos andando y llamamos a la puerta, que no se puede entrar sin más. Miramos dentro y vemos que no hay nadie en recepción. Hay un botón para llamar y casi lo quemamos... Al final llega un señor por las escaleras y nos abre la puerta. Le decimos que queremos dejar las maletas ahí que tenemos una habitación esta noche blablabla (imagínate que nos toca llevarnos las maletas a todas partes). Pues eso, que el tío nos dice que no hay problema y tal, así que allí lo dejamos y nos vamos para la oficina de turismo, donde nos vamos a un mostrador de información a decidir a qué fiordo nos vamos, qué recorrido hacemos, de qué color queremos que sea el barco, si queremos sentir heces de gaviota en la cabeza, qué camisa me pongo mañana, dónde viviré cuando sea mayor... Dudas existenciales que una chica que hablaba en español nos ha resuelto muy rápidamente. Al final elegimos un barco de Hardangerfjordekspressen (jardanguerfiordexpresen pronunciado correctamente en español noruego). Compramos dos billetes de adulto (mi madre y yo, aunque no lo parezca) y nos dice la chica, que por cierto hablaba español muy bien, que hay un problema con el billete de niño (mi hermano) que no sabe exactamente el precio, que mejor lo cojamos en el mismo barco, que se puede perfectamente.

Vamos para el lugar (dos putas y un madero (esto para los que conozcáis la canción de platero y tú que se llama hay poco rock and roll(y para los que no aquí os la dejo, la frase está en el minuto 2:30 por si noq ueréis oírla entera http://www.youtube.com/watch?v=lAMmP66JBWo ))), que está al lado del mercado del pescado. Strandkaiterminalen se llamaba la estación, por si os interesa a alguno. El barco era un barco chupiguay http://www.visitnorway.com/ProductImages/TellUs/TellUs_2046_71_large.jpg muy bonito por dentro y moderno. Lo más importante del barco es que TENÍA WIFI GRATIS!! Imagínate que estás en medio de la nada. Ahora que estás en medio de la nada en el agua. Y ahora que estás en medio de la nada, en el agua flotando y en un barco. Ahora piensa que tienes WiFi gratis en ese barco. ¡Es absurdo! Pero si ni si quiera tenía cobertura de teléfono...
Desde el barco hemos visto unos paisajes increíbles, era todo precioso, unas montañas enormes, unas casas preciosas a la orilla de cada isla, que eran muchísimas islas chiquitinas... Pero lo más llamativo era el color del agua. Durante todo el trayecto, no importaba a que distancia de la costa estuvieras, incluso en el mismo puerto, el agua era más negra que el sobaco de un grillo, más negra que un señor bajito del congo https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI27EMQIw4Lre9GUWvbO5T1o0lBCnelbBLiUP7dc7aQP4LQBA_kWKuu4E6_oL1diR1av8XgdtFPBx19fJhmIGj0FobrjtPb4y0J1n9aGROBzRM7CpS-VqgKMC9h4bfoiRmwH0iOGmSIZs/s400/conguitos1.jpg , más negra que el azabache, un color que si le daba el solo se volvía plateado, si lo ves de lejos parece verde oscuro. Un color que llamaba la atención y mucho.

Tras un par de paradas en pueblos que había por el camino en la costa llegamos a Rosendal (valle de las rosas en español de noruega). La verdad es que creo que no he estado nunca jamás en un lugar tan bonito como era Rosendal. Eran unas montañas increíbles. Unos paisajes impresionantes, valles glaciares en forma de U, casas de cuento, todo precioso. En verdad me recordaban mucho a las montañas que salen en El Señor De Los Anillos, era todo muy verde y muy bonito.

Una vez en Rosendal, hemos visitado un edificio llamado Baroniet Rosendal (Baronía de Rosendal), adjunto imágenes http://www.visitnorway.com/ProductImages/TellUs/TellUs_2046_71_large.jpg http://media-cdn.tripadvisor.com/media/photo-s/01/26/70/17/baroniet-rosendal-avlsgard.jpg que es la única baronía que se ha otorgado en Noruega en todos sus años de historia (que no son pocos, la verdad sea dicha). Además, Baroniet Rosendal es el único edificio renacentista de Noruega. (Se ve que dijeron, ya que es único, vamos a hacerlo más único todavía). Se nota que el señor que se la construyó no era pobre, porque madre de mi vida... Tenía un río a cada lado de la casa, un montón de jardines, varios barcos y carros guardados, un título de Barón, unas vistas impresionantes... Y no está cerca del puerto, es decir, fijo que no hizo la casa él solito...  

Un momento gracioso ha tenido lugar en este sitio. Paso a relataros la historia del mayor tirón de calzones que podáis imaginaros. Estábamos mi madre y yo paseando por las flores con mi hermano, cuando paramos, hace mi madre una foto de unas flores muy bonitas, de esas que pone el windows de fondo de escritorio predefinido, cuando mi hermano se levanta la camiseta y dice: "Voy a tirar estos calzoncillos porque blablabla..." Yo, que veo unos calzoncillos por fuera de un pantalón en una persona de confianza y una camiseta levantada, dejando perfecto acceso a ellos, no me lo pienso dos segundos y agarro los calzoncillos con fuerza y tiro hacia arriba. Resultado: mi hermano dice: "Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh, ¡mi chorrito!" (mezcló la palabra rollito con churro y le salió chorrito). Ha sido un tirón de calzones a lo tonto, porque no he tenido ni que hacer esfuerzo... Acto seguido mi madre y yo hemos sufrido un ataque de risa agudo y nos hemos tenido que ir de allí.

Después hemos visitado una Iglesia, bueno, LA Iglesia del pueblo (pongo Iglesia con I mayúscula porque la inquisición me sigue dando miedo y las Iglesias son la base de todas las civilizaciones). Que para ser LA Iglesia del pueblo (unos 944 habitantes según wikipedia y la vieja de la esquina de mi casa) está a tomar por culo de todo, y había que subir unas cuestas del copón... Pero luego era muy bonita, estilo gótico, vuelvo a adjuntar fotos https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCsnpQhd3WYJy9Fg4ui0W_M6yuv3cj5v7iJoy5ZUQNuN_kP_NFEDgLjbLuJESlcFBnH-42qzKsL4nFXLc8RgCFy6TWYfOjOSvyn5ol3k3WtOA592e7vlUaRWWJ0UbFpI0lnq77_Z7-CZoI/s1600/kvinheradkirke1.jpg que si os fijáis hay un cementerio alrededor de la Iglesia. Pues hemos visto una lápida donde ponía un muerto en 1785, así que fíjate tú si ha llovido y ha escampado...
Ya después de la Iglesia hemos bajado hacia el puerto otra vez, nos hemos comido unas salchichotas de las que hacen aquí, de esas que se te llena la boca al comer, como un bocata de plátanos enteros. Aquí ha pasado otra cosa graciosa. Me he levantado al baño, y al volver de allí veo a mi hermano que dice: "¡Que se ha ido el barco!" Y yo: "Claro que sí campeón" http://www.youtube.com/watch?v=XH-frwT0Et4
Y entonces vemos que el barco se marcha, aunque faltaba más de media hora para la hora de salida que estaba fijada en el horario. Es en este momento cuando las heces de mi madre, las de mi hermano y las mías adquieren una textura prácticamente líquida (Nos cagamos encima, para los que no tienen este nivel de castellano). Pero entonces vemos que se mete detrás de la esquina allí lejos y da la vuelta. Sobra decir que nuestras heces recuperaron su textura original. (Ya no nos cagábamos). Y así sin más volvimos a coger el barco, viendo los mismo paisajes que al ir a Rosendal, pero del otro lado, todo igual de bonito y majestuoso y el agua igual de negra. (Si no pinchásteis en el enlace del agua negra de arriba pinchad a hora o morid en el intento).

Al final, después de todo el viaje y la movida del barco (que por cierto nadie se mareó ni nada de eso que pasa en los barcos... Me refiero, que nadie se cayó al agua, ni nos chocamos con un iceberg como el titanic, ni se produjo un incendio, ni volcó el barco... Podría estar así toda la noche). Pues eso, que al final llegamos a Bergen y cogemos un tranvía hasta Fantoft, una de las paradas. Cabe destacar que en este miniviaje en tranvía nos sentamos al lado de una chica que no cabía en el mismo. Pero no era gorda de gorda y ya, no, era gorda de gorda y ademñas era alta, muy alta. Y muy hortera, que llevaba falda corta y estaba lloviendo, el pelo corto y de punta, y unos pendientes que eran más grandes que ella, y mira que es difícil... http://www.youtube.com/watch?v=NaGJZ_HzUbU 

Bajamos en esa parada para ver una Iglesia de Bergen que se llama Fantoft Stavkirken (Fantoft era la parada, ¿os acordáis?). ¿Que por qué vamos a esa Iglesia? ¿Porque somos muy católicos y muy creyentes (ya llevamos dos Iglesias en un día)? Nooooooooo http://www.youtube.com/watch?v=WWaLxFIVX1s&feature=related es porque la Iglesia esta está hecha entera ENTERA de madera http://mw2.google.com/mw-panoramio/photos/medium/1979341.jpg

Volvemos al hotel (al segundo hotel de Bergen) y hacemos el check-in, que nos dice la chica de recepción, muy maja ella también intentando hablarnos en español, que nuestras maletas están en la habitación ya, que nos las han subido porque son muy buena gente. Así que subimos, dejamos unas cosas, cogemos otras y nos vamos al mercado de pescado, que ya es hora de comer algo. Cenamos un fish and chips (pescado con patatas fritas si no sabéis inglés) otra vez, un salmón otra vez y una fishburguer (hamburguesa de pescado si no sabéis inglés) y esta vez, para variar pedimos también unas gambas a la plancha, que resultaron estar buenísimas. Estaban ya casi todos los puestos de comida cerrados cuando nos levantamos. Fuimos a dar una última vuelta a las casas hanseáticas y nos volvimos para el hotel. 

Por el camino paramos en una tienda donde hemos comprado unos bollos para desayunar mañana (en este hotel tampoco tenemos desayuno) y mi hermano ha visto un botellín de cocacola muy extraño, como de esas ediciones qe sacan en plan años 50 o así... No sé... Así que ahora tengo otro ítem más en mi colección de latas y envases de refrescos. Y como ya es muy tarde y mañana tengo que coger un autobús a las 9 de la mañana, hasta aquí puedo leer.

Hasta luega!

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